3.4.17

Origen y composición del Carbón Mineral

Carbón mineral. Se origina por la descomposición de vegetales terrestres, hojas, maderas, cortezas, y esporas, que se acumulan en zonas pantanosas, lagunares o marinas, de poca profundidad. Los vegetales muertos se van acumulando en el fondo de una cuenca. Roca sedimentaria de color negro, muy rica en carbono, utilizada como combustible fósil.

El hombre extrae carbón desde la Edad Media. En los yacimientos poco profundos la explotación es a cielo abierto. Sin embargo, por lo general las explotaciones de carbón se hacen con minería subterránea ya que la mayoría de las capas se encuentran a cientos de metros de profundidad.

Reseña histórica

Su uso se remonta a algunos siglos atrás, épo­ca en la cual se utilizaba ampliamente en las herre­rías y en alguna que otra pequeña industria; ejem­plo de esto, lo constituye el hecho de que a finales del siglo XV Inglaterra exportaba a Francia y a los Países Bajos grandes cantidades de carbón mineral extraído de sus minas.
Pero en realidad, se considera que la verdade­ra era del carbón comenzó a principios del siglo XVI. El carbón constituyó la principal fuente de energía que sustentó el desarrollo de la era industrial, hasta que fue sustituido por el petróleo gracias al desarro­llo del transporte automotor.
El carbón mineral (cuyo nombre vulgar es el de "carbón de piedra"), es un término genérico que se utiliza para designar a un grupo de minera­les sólidos de origen vegetal con elevado contenido de carbono, en cuya composición química se en­cuentra este elemento químico en proporciones variables.
El carbón mineral posee además hidró­genonitrógenoazufre y fósforo, entre otros elementos químicos, y las diferentes variedades del mismo están en dependencia del tiempo transcurri­do en su formación.

Variedades del carbón mineral

Las variedades del carbón mineral son las si­guientes:
  • Turba: Llamada "carbón pardo"; es un carbón de formación reciente, en el cual puede distinguirse en su masa, la estructura de los vegetales que lo forman. Se caracteri­za por ser esponjosa y ligera. Además, con­tiene la proporción más baja de carbono con un alto índice de humedad, y deja una gran cantidad de cenizas en su combustión. 
  • Lignito: Es más pobre en carbono que la hulla. Posee entre el 25 y 30 % de carbono y su color es negro mate, se caracteriza por man­char los dedos al tocarlo y dejar una propo­ción elevada de cenizas al arder.  
  • Antracita: Entre todas las variedades de car­bón es la de mejor calidad. Posee entre el 90 y el 97 % de carbono y es el de más anti­gua formación, constituido por un mineral ne­gro, brillante y sonoro a la percusión, que arde sin dejar humo y deja poca ceniza o materias inertes; un kilogramo de este mineral despren­de en su combustión completa entre 33,4 y 37,2 MJ.
  • Hulla: De calidad y poder calorífico infe­rior a la antracita. Deja al arder mayor can­tidad de cenizas y posee del 75 al 90 % de carbono. Su poder calorífico oscila entre 29,2 y 33,4 MJ/kg.

Reservas naturales

El mineral de carbón por lo general se en­cuentra a grandes profundidades en el subsuelo, en ocasiones superiores a los mil metros, en forma de filones o capas que poseen espesores variables.
Por tales razones, la extracción del carbón se rea­liza generalmente por el sistema de pozos y gale­rías subterráneas, cuya construcción y mantenimien­to son siempre costosos y en los cuales es necesario tomar muchas medidas de seguridad para evitar accidentes.
De forma excepcional en el mundo existen minas de carbón donde el mineral se extrae a cielo abierto, lo cual hace más barato el proceso de extracción. Además, este tipo de mina requiere de un importante trabajo y de considerables gastos económicos para restablecer las condiciones ambientales normales (suelovegetación) al terminar la fase de extracción.
Las reservas de carbón se encuentran muy repartidas, con 70 países con yacimientos aprovechables. Al ritmo actual de consumo se calcula que existen reservas seguras para 133 años, por 42 y 60 del petróleo y el gas, respectivamente. Además, el 67% de las reservas de petróleo y el 66% de las de gas se encuentran en Oriente Medio y Rusia.